Hemos visto en el tiempo, un despertar en nuestro país, un proceso de cambio social, encabezado principalmente por los movimientos sociales, hemos visto mucha marcha, mucha apelación, pero poco concreto, lo podemos llevar también al terreno de las relaciones humanas: ¿Cuántas veces hemos dejado esperando a alguien, sin razón del por qué hacerlo?, ¿Cuántas veces no hemos creído en lo que nos dicen?, ¿Cuántas veces hemos despojado de personas, que nos quieren, sólo y exclusivamente por temor al qué dirán?. Esto pasa principalmente por la falta de acción, hablamos mucho, pensamos y vendemos humo, pero al momento de concretar, como humo se va.
Y esto es principalmente una de las principales aristas por las cuales, nuestro país se encuentra en una crisis más allá de lo social, sino más bien en lo humano, en la poca practicidad y también en quedarnos con lo que creemos y con lo que en realidad es. El día que entendamos que nuestra acción hará los cambios, no sólo de la boca hacia afuera, sino que en involucrarse más allá es cuando nuestro mundo dará el salto, cuantitativo y espiritual que se merece.