Este fin de semana nos enteramos que nuestro destino no lo queremos liderados por la neo izquierda, sino que uno más tradicional, amarillo dirán algunos, pero con derechos sociales y cuidado del medio ambiente. Nos sorprendemos de lo que deberíamos ser conscientes todes, Chile descubriendo la comunicación social. Después reclamamos.
25 de octubre de 2020, en las calles de Chile, la gente se agolpaba campantemente para disfrutar del triunfo de la opción Apruebo, en el plebiscito de entrada del proceso constituyente, para dar luego cabida a escribir la nueva Constitución, lo cual sin lugar a dudas reflejaría el sentir popular, de tantos cánticos, zapatillas rotas, fuerza mental contra el opresor que muchas veces ha tenido el poder, y que de alguna manera se le podría quitar el poder definitivamente.
El legado de Pinochet, a través de la Constitución elaborada en Dictadura, refleja un modelo de país que va de la mano a propiciarlo desde una elite, para una elite, para una oligarquía que sin lugar a dudas quería perpetuar el poder para unos pocos, y lo cual fue negociado por Aylwin, para lograr el poder presidencial en la década de los 90.
Este legado, se pudo ver con lo maximalista expresado en el modelo de mercado, que ha cimentado las bases económicas de Chile, pero que estaba altamente desgastado por la profunda incoherencia con el pueblo, ese pueblo que vive con el sueldo mínimo, ese pueblo que quiere paz, seguridad y que no quiere soberbia, esa soberbia que no fue escrita con fusil, sino que con prepotencia, esa prepotencia dictada por Stingo, donde en declaraciones posteriores a la creación del proceso constituyente decía que iban a dictar ellos (sectores de ultra izquierda), lo que debía priorizarse en la configuración de la Nueva Constitución, Bessy Gallardo que también no respetaba a los demás constituyentes, Fernando Atria que jamás rompió el dogmatismo,e imponía una revolución total, cuando lo que Chile pedía cambios.
Esa soberbia, fue claramente sepultada, por una amplia derrota por parte del Apruebo, pero Chile aún sigue queriendo un cambio, ese cambio que empezó en el 2019, que fue validado por el Plebiscito de Entrada del 2020, pero no el cambio generado por la soberbia intelectual autoconvocada, de reivindicaciones de raíz, cuando Chile quiere un país seguro, un país que ofrezca buenos sueldos, que realmente avancemos, porque aquí con el Rechazo no gana la derecha, gana el sentido de no querer la propuesta constitucional.
Sólo políticamente hablando ganan los sectores del centro y del PDG, pero ¿estarán dispuestos para afrontar un desafío político?
Van 3 días post-plebiscito y siguen haciendo la 45, continúan rechazando, pero rechazando reuniones con el Presidente Boric ¿hemos caído nuevamente?
Don Chaquetas.
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PERILLA RADIO no quiso estar ausente en el histórico 4 de Septiembre e intentamos salir a la calle a reportear, sentir la clamor popular, recorrido Quillota, La Cruz, La Calera.
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