Es claro que luego de meses sin hacer algún escrito, las neuronas y conexiones cerebrales-neuronales dan un sentido distinto a las situaciones, cosas y realidades atingentes a las necesidades diversas en los diferentes territorios, por ello y para estar de acuerdo con el proceso democrático, ciudadano, colectivo y práctico que llevó a la elaboración de una Nueva Constitución, creada bajo el poder y voluntad popular del pueblo, junto al pueblo y para el pueblo.
Es evidente que la discusión política actual, va de la mano desde la multiplicidad de realidades, significados, vivencias y sentidos que conforman una u otra opción, que será refrendada el día 4 de septiembre del presente año, donde la ciudadanía tendrá el deber de ir a votar para Aprobar o Rechazar, la propuesta de Nueva Constitución, donde sin lugar a dudas, ha sido parte del cambio que Chile en las calles pedía a gritos y a bailes, en los meses de octubre del 2019 y que llevó a construir este instrumento legal clave y de sentido común, a partir de la elección de 155 constituyentes, de todas las tendencias, credos, e ideologías.
El debate no ha estado exento de polémicas, al ver por ejemplo argumentos por Parte del Rechazo, los cuales buscan un patriotismo excesivo, pero ese patriotismo no ha sido correlacionado directamente con beneficios hacia el pueblo, que sufre día a día las inclemencias de un sistema que te quiere compitiendo con otros por un beneficio económico que no alcanza a cubrir las necesidades básicas de un chileno, mes a mes.
Por otro lado, quienes avalan la postura del Apruebo, basan su análisis en reivindicaciones populares históricas, en particular respecto a la división del poder, lo cual incide por ejemplo en la creación de la Cámara de las Regiones, dotar de autonomía a las municipalidades en relación a lo financiero, dando la opción de crear incluso empresas municipales.
Es decir, ambas posturas tienen sus pro y sus contra, pero el debate siempre ha sido llevado desde la emoción, pero esa emoción no aplica cuando Chile necesita un cambio expresado en números, como lo ha sido también la proyección de participación este día 4 de septiembre, donde Chile no volverá a ser lo mismo.
Si se toma como escenario base, el 25 de octubre del 2020, se constata que la opción Apruebo tuvo en el plebiscito de entrada, un 78%, que expresado nominalmente alcanza un total de 5,9 millones de votos; en cambio la opción Rechazo alcanza 1,6 millones; el cambio porcentual en 392 días, entre esta fecha y el 19 de noviembre, hace pensar que no todos los que votaron Apruebo votaron por Boric, porque en comparación, Boric a pesar que gana la elección, baja porcentualmente un 22,3%, es decir, que gran parte de esta pérdida se expresa en : 10% PDG + 5% RN + Evopoli que votaron apruebo + 7% de la ex Concertación conservadora(Sectores del PRSD, DC y PPD, el PS completo vota por Boric), pero la gran sorpresa la da Kast, ya que si se compara la opción Rechazo con su votación, crece en un 120%, que se expresa principalmente por los votos de la derecha tradicional, más el PR, más el PDG, más el 60% de la DC, que no querían a un presidente progresista en Chile.
Para este plebiscito, están habilitados cerca de 16 millones de personas, pero se estima que la abstención y no participación será del 15%, para efectos del análisis se excluyen votos y blancos al ser de impacto marginal, por ende se estiman 12 millones de votantes en este nuevo escenario, donde en el escenario más positivo para el Apruebo sería el 39,6% que tiene de aprobación, Boric, lo cual en el escenario neutro tendrían 4,7 millones de votos en la opción Apruebo, y la opción Rechazo partiría en un escenario con la votación de Kast multiplicado por 1,35, lo cual es reflejo de la oposición a Boric y el aumento en la inseguridad en Chile., lo cual da una cifra cercana a los 4,9 millones de votos
En ese escenario más óptimo para el Apruebo y para el Rechazo(ya que nadie sube 120% respecto a una u otra elección), habría un 20% de votos que son de indecisos y que corresponden a 2,4 millones de votos, para alcanzar la victoria en este escenario, se necesitan 1,1 millones de votos para que gane el Rechazo y 1,4 millones para que gane el apruebo, es decir, la diferencia actual entre Ambas posturas es mínima, por ende cualquier paso en falso que de una u otra opción durante esta semana, dirá cuál será la tendencia este domingo.
Por eso, siempre es bueno hacer proyecciones, ya que nos ponen en escenarios posibles, con certidumbre, pero a la vez, inciertos debido a la volatilidad que ocurre durante el tiempo, y cualquier reacción de un lado u otro, llevará a la victoria a cualquiera de las dos opciones válidamente electivas, y además válidamente democráticas.
La gran pregunta que queda es: ¿Qué será del futuro?, mirar la incertidumbre con certidumbre... esa es la gran conclusión, en búsqueda de ese Chile Consciente que tanto anhelamos.
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